lunes, 12 de marzo de 2018

Doncs això...


Nada como una cama revuelta. Nada como unas bragas en el suelo. Nada como quitarte un calcetín negro y que caiga donde sea, o que las botas acaben perdidas por el fondo de la habitación. Nada como unos pañuelos en el suelo que sólo hablan de nosotros.

Nada como el búho observando al otro lado de la cama, esperando que llegue su turno. Ya tú sabes...

Nada como mirarte a los ojos y saber que el cable sigue firme. Mientras, sigo. Practico contigo el cíclope y el espectáculo más grande del mundo: el Circo, ya ves.

Nada hay como notarlo, sentirlo, avisarte y ver tu cara. Nada como que me mires cuando sabes lo que está por vernir: gritos y aplausos del público. Nada como saber que hoy es martes y te veo.

Nada mejor que saber que te tengo también mañana. Que lo que hay en el suelo lo recojo en un momento. O tú. O los dos.

Nada como hoy. Nada como TODO.