Cuando por fin se conocieron verdaderamente (o eso creyeron, no sé) él se sorprendió de que ella no fuera como parecía. Las sombras, que hasta entonces habían permanecido ocultas, salieron a la luz y las luces eran menos de las que se esperaba. Cuando se lo dijo, ella contestó:
-¿Qué quieres que te diga? NO soy una chica de anuncio...
Pensaba que él ya lo sabía y sintió ser ella la que se lo descubriera.
tal vez ella misma fue descubierta a si misma como tal...Vuelvo a echarte de menos, M. Un fuerte abrazo desde Borriol.
ResponderEliminarBO-NI-CA!!!
ResponderEliminarMañana me voy a buscar casa a la Tierra Prometida. Pero cuando vuelva, antes de irme definitivamente, quedamos. Sí o sí.
Besotes, corazón.
M.
Sí o sí, por supuesto. Suerte por Granada! :)
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