"Debes jugar a ser feliz" es el nuevo imperativo que me he impuesto (otra orden y otra regla a la que seguir). Pero este mandato es una orden distinta, debo jugar a ser feliz para poder ganar alguna vez el juego. Para ganar la partida de vez en cuando.
Quizá algún día gane la partida a la tristeza, la soledad y la melancolía y me proclame vencedora en la eterna batalla, en el juego.
bien María, bien...por fín un blog!=) asi que te has puesto el imperativo de jugar a ser feliz?las personas felices son las más infelices María, más vale una infelicidad vividora que una felicidad pasiva...aunque eso sí, yo te animo a que salgas de esa soledad, oscuridad, silencio, penunmbra que te tapa la cabeza estos días, te animo porque aunque no ganemos la batalla pasando a ser "personas felices"...sí podemos ganársela de vez en cuando a la tristeza para poder valorar cosas tan positivas que nos rodean y empezar a vivirlas...ahora bien, sabes que las circunstancias ultimamente no te han acompañado...una noche de kintos y medio solucionado;) te echo de menos guapa=)
ResponderEliminarVoy a seguirte!!y por cierto, a mí tambien me gusta cómo escribes...también escribes sobre cosas que yo, por perra, no escribo...pero ¿sabes? lo haré...creo que acabo de despertar de un sueño profundo que me dejó embobada casi tres años atrás ya...Acabo de darme la bienvenida a mi vida, ya hablaremos y no pares;) Un abrazo de colorines bonita!
María, el comentario de antes aparece con el nombre de Celeste porque no me he dado cuenta de que la sesión que estaba iniciada era la suya, para que lo sepas...soy su hija, alias: Iris;)!jejejej!!besitos,besitos,besiitos!
ResponderEliminarYa sabes que las tecnologías y yo no somos muy amigas, pero bueno, poquet a poquet.
ResponderEliminarSí, la gente feliz es aburrida, pero realmente existe la gente feliz? Hasta qué punto nosotros queremos ser felices porque pensamos que los demás lo son??
No sé, no digo yo que no haya que llorar de vez en cuando o no querer salir a la calle algún día...pero me refería más bien a la tónica predominante en el día a día. El estar triste porque sí, ya me entiendes.
Besotes corazón y gracias por los comentarios!