Estaban esperando el número final, pero sabían que nunca iba a producirse; ya se sabe, lo que hoy es terremoto, mañana son sólo daños colaterales.
Algunos pensaban que la vela se apagaba, ellas pensaban que no se había encendido la mecha. Todavía.
Algunos pensaban que la vela se apagaba, ellas pensaban que no se había encendido la mecha. Todavía.
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