martes, 4 de septiembre de 2012

Septiembre

Será que me espera un año por delante. Será que es Septiembre y que no consigo olvidar que, por primera vez desde hace algunos años,  los horarios han quedado aparcados y que no sé cómo convivir con ello. Será que me asusta no tener nada qué hacer o perder un año de mi vida... Será que sólo me queda acostumbrarme a esta nueva vida sin horarios lectivos autoimpuestos y sin trabajos que presentar. Lo cierto es que, después de todo, me asusta que llegue el año que viene y sentir que he perdido un año de vida... Será que soy Chica de Costumbres y será que me asustan todos los planes que tengo para mí este año y no sé dónde meterme. Serán muchas cosas que no quiero ni pensar... Sí, debe ser todo eso. Pero, por una vez, siento que una parte de mi vida es mía y, al mismo tiempo, por muchos planes que tenga para mí, no les veo ningún sentido...

Así que llámame "porica" porque, una vez más, me lo merezco. Llámame todo lo que quieras, pero esto de hacerme mayor no va conmigo. O sí, no sé... Creo que, en el fondo, sí me parece bien pero, como a tantos otros, me duele y asusta. Esta incertidumbre, esta sensación de que, en cualquier momento, puedo dejarme arrastras sin elegir lo que quiero realmente, es lo que verdaderamente me asusta. No quiero hacer nada que no quiera, pero tampoco sé qué es lo que quiero o espero de mí; así que, lo que en el fondo me asusta, es defraudarme.

Es como estar cruzando el cable de acero y saber que tengo que mirar al frente y seguir caminando... Pero, al mismo tiempo, sé que estoy esperando que el cable se rompa y verme caer para poder aplaudir desde abajo, recoger los restos del naufragio... No sé, al mismo tiempo que sé que hago lo que debo, pienso que no...

Mañana te cuento... O no.