jueves, 15 de diciembre de 2011

Una chica y su bolso

Si a una chica se la conoce por el contenido de su bolso, te puedo decir que ahora mismo llevo: el mp3, el móvil (y digo móvil porque me lo llevo donde quiero, cuando no se me olvida, y sólo llama y escribe mensajes, nada de tecnología punta ni conexión a internet), el libro de Rayuela (lleno de subrayados, con las puntas dobladas, y las páginas marcadas de tanto releerlo), la bolsa de aseo (con muchas más cosas de las necesarias, pero es que nunca se sabe), el tabaco, mechero, otro mechero que no va casi (es para las emergencias), las boquillas, caramelos de fresa mentolada, crema de cacao, un boli amarillo con lunares morados, un subrayador rosa suelto por el bolso, el estuche "oficial de la carrera", el "Discurso del Método" para dar repaso esta tarde, el bono del metro, las llaves de casa y del coche, el monedero de la calderilla y el de billetes y tarjetas (más vacío, siempre, de lo que sería recomendable) y un frasco con Nenuco.

Saca tus propias conclusiones.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Anuncio por palabras

Quería escribir un anuncio por palabras pero únicamente se me ocurrían cosas demasiado complicadas, así que aquí dejo lo que me gustaría ofrecer y no sé si puedo:

<< Chica complicada promete: olvidarse de todo durante un rato si le acaricias la espalda. Desmelenarse si lo que ofreces le convence. Enseñarte el modo de hacerle daño si prometes no hacérselo. Devolverte una sonrisa si le aguantas su tristeza. Aprender a desnudarse, por dentro y por fuera, si sabes ver más allá de la ropa. Tratar de querer huir contigo y no de ti.

Absténgase cualquiera que no tenga tiempo que perder y el que necesite saber a dónde vamos.

Razón: necesita aires nuevos que muevan su vieja veleta>>.

jueves, 10 de noviembre de 2011

A medio pulmón

Porque hay días en los que los demás saben explicar mejor que uno mismo lo que nos pasa... porque siempre me quedaron, me quedan y me quedarán, cien cosas en el tintero. Porque las cosas que nunca dije están de otra forma en cada silencio... Por todo eso, y más, hoy toca Carlos Chaouen.

"A medio pulmón": http://www.youtube.com/watch?v=07Vj0TAkjYw&feature=BFa&list=AVGxdCwVVULXc78SdTZRAvS02otWIMkBhs&lf=list_related

martes, 18 de octubre de 2011

Seré Salvaje...

...me convertiré en esa posesa que sólo quiere gritar y desnudarse. Seré aquélla a la que no le importa nada más que su cuerpo, su placer y su lujuria. Aullaré cuando recorras cada centrímetro de mi piel, pero también cuando lo hagan otros.

Me reclinaré en la cama o en el sillón esperándote, sabiedo que sólo yo sucumbiré ante mí. Sonreiré cuando pienses que me tienes porque sólo yo sabré en qué lugar está mi cabeza. Nadie cruzará esa barrera y todos creerán haberla superado; fingiré y haré creer que así es. Mientras, mi cabeza seguirá pensando lo que querría estar haciendo realmente.

Seduciré, caminaré pisando fuerte, seré salvaje, sí. Lucharé, gritaré tu nombre o el de cualquiera, conseguiré que me quieras. Tratarás de retenerme y diré que no, pero no me creerás y tú también lucharás.

No importará nada porque ya nada importa. Simplemente seré tentación, manzana prohibida que se acercará a tus labios, chocolate fundido, fresas con nata, canela. Seré todo eso y más, adoptaré la cara, la actitud, la postura que crea que quieres en cada momento. Tú me creerás enamorada, entregada, famélica, ansiosa y sólo yo sabré cuál es la verdad.

Sólo yo sabré que no hay nada que entregar, que todo es nada y vacío; que mis risas no son de felicidad y que sí, soy salvaje, pero porque ya no hay nada que perder.

Gritarás conmigo, sudaremos, nos cogeremos las manos, pasearemos, hablaremos, te miraré desde la cama, me susurrarás al oído frases inacabadas... Lo haremos todo, lo seremos todo. Eso creerás y yo, en vano, también lo intentaré. De nada servirá porque he visto la locura en unos ojos al mirarme al espejo. He roto lazos que pensé que jamás desharía, hice cosas que, aunque no me avergüenzan, no estoy dispuesta a confesar.

Así que no, disfrútame, saboréame... pero, lo siento, no podrás quedarte conmigo.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Hoy

Eterno retorno, nuevos acontecimientos en medio de él, mañanas iguales a los ayeres que parece que nunca existieron, los presente continuos olvidados en algún cajón.

Siempre volver, casi siempre sin querer y, sin embargo, queriendo. Mil promesas no pronunciadas en voz alta porque son para una misma; dos mil noches, y alguna más, preguntándose a dónde puede llevarle ser como es.

Puestos a pedir, pediría no tener esas caras delante, no tener que enfrentarse a lo de siempre, poder ignorar lo que ella misma espera de sí y vivir sin remordimientos. Puestos a pedir, pediría quererse más de lo que lo hace; puestos a pedir, querría ser inmortal, todopoderosa y omnipresente. Ser capaz de multiplicarse, de estar en dos sitios a la vez, de querer lo que no pudo querer, de soñar lo que nunca sucederá y no lamentar lo que tampoco pasó y que, incluso, nunca quiso.

Sobrevivirse a ella misma, mirarse desde lejos sin oír esa risa conocida que le sale de la cabeza cada vez que fracasa, o eso cree. Decirle a los demás que los quiere, que los odia, que cuenta con ellos, que algún día los decepcionará, que se decepcionará a sí misma. Que nada importa, nada salvo ella y la vida; es su única tarea, su único deber. Que el viento de levante se levante hasta empujar su nave y llevarla a buen puerto.

No quiere pasos atrás, sólo un paso más que le diga que sí, que no sabe a dónde va, pero que algún día llegará. No quiere sombras en la pared, sólo siluetas dibujadas por una vela a punto de consumirse, como si le avisaran de que es la última oportunidad.

No es valiente, no es decidida, no es temeraria, no es nada que no sea el resto del mundo... Sólo es ella mirándose a un espejo. Ése que siempre le devuelve la imagen con gafas moradas y los ojos entornados, desconfiando del mundo y de ella misma.

Sólo quiere no tener que mirar atrás o hacia delante, sólo quiere quedarse con el sólo, con el ahora, y olvidar que mañana, aunque existe, no es más importante que hoy.

lunes, 26 de septiembre de 2011

He dicho

Nueva frase de la propietaria de una isla en tierra:

"Es que... vivir es muy difícil"

Nada más que añadir.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Probabilidades

Cuando lo imposible pasa, sólo queda esperar que suceda lo improbable...

jueves, 1 de septiembre de 2011

Reflejos

La calle estaba calurosa cuando salí a buscar.
El suelo ardía y el aire quemaba y, mientras,
yo buscaba algo que, todavía, desconocía.

Sólo supe que lo había encontrado cuando,
al pasar ante un espejo de cuerpo entero,
te vi reflejada en él.

Sin maquillaje y sin huidas,
con ojeras y algún granito.

Sólo tú devolviédome la sonrisa,
ésa que se te pone en la cara cuando sabes que
has encontrado lo que andabas buscando.

domingo, 14 de agosto de 2011

Odisea

Por un momento, sintió el Caos, pero respiró hondo y se asomó a Éone; sintió cómo Poseidón lanzaba la brisa del mar a su cara y también al pelo, entonces estiró los brazos para notarla también en la punta de los dedos. Notó que no contaba nada más que ella; no quería defenderse o declararse en guerra contra nada ni nadie, simplemente quiso sobrevolarse a sí misma y huir.

Voló libre, alto y fuerte. No había nada que la atara al suelo o la marcase de cerca. Todo dependía de ella, o así quería creerlo. Sería optimista por un día, tenía alas de cera como las de Ícaro, pero sabía que las suyas no se derretirían con el calor del Sol.

La profecía de Cassandra estaba más que cumplida, la caja de Pandora seguía abierta y Sísifo no tenía más remedio que subir, día tras día, la roca a la cima para ver cómo se repetía su eterno tormento.

Decidió emprender el viaje, no sabía si Penélope la esperaría en su puerto. De lo único que estaba segura era de que, como Ulises, quería enfrentarse a las sirenas; atarse al mástil más fuerte de la nave y dejarse llevar por su canto.

sábado, 23 de julio de 2011

Delirium tremens

Lo que yo necesito para la felicidad es fácil: risas conocidas, amigos, abrazos, nostalgia controlada... Todo sencillo, todo a una llamada de móvil.

Delirium tremens sin alcohol, sólo dedos que recorren columnas vertebrales, carcajadas que se descontrolan sin avisar, gritos de alegría, poesía, naderías que hacen que la vida sea más fácil y llevadera.

El delirium tremens viene, por mucho que digan los expertos, cuando llega esa hora de la noche en la que ya no sabes a dónde vas, pero sabes que estás acompañada y que no importa el lugar, sólo la compañía; las horas no tan perdidas y las miradas de amigos que se cruzan cargadas de intenciones, las de los extraños que quieren entrar en tu vida. Cualquier cosa vale para que abandones tu cuerpo y quieras ser eterna.

No valen normas o reglas que nos enseñen a vivir; sólo se trata de mí enfrentándome a mi vida. Saber que lo que hoy me gusta mañana quizás no y, aún así, reponerme del golpe y reflotar. Respirar y vivir como si no hubiera otro soplo de aire fresco y esperar que ése sea para siempre. No olvidar que la vida duele, y mucho, pero recordar que la Ciudad del Viento sólo es una canción, que no tiene por qué ser la de mi vida (por mucho que me guste), y tratar de construir castillos en el aire hasta convertirlos en realidad, con cimientos y foso que impidan que los enemigos se acerquen a ellos.

Delirium tremens; no sé si la tercera fase de la desintoxicación o la primera de una nueva vida...

viernes, 22 de julio de 2011

Vuelta a empezar

Quiso tener el poder suficiente para apagar el sol. Soplar, como si fuese una vela, pedir un deseo y apagarlo por unos días; pero el verano había llegado para quedarse y no había sombras en las que esconderse.

Todo y todos seguían moviéndose a su alrededor mientras ella esperaba el bus en la Gran Vía sin notar que ahora ya no existía. No es cierto, lo notaba, pero trataba de ignorarlo. Quería que no fuese verdad, que julio volviera a ser septiembre y que todo volviera a empezar. Se daba cuenta de que era un deseo absurdo y que tenía que volver a su vida, aquélla que había quedado entre paréntesis hacía menos de un año; tenía que seguir con lo que llevaba veintidós años tejiendo y tratando de adaptarse a los nuevos cambios. No valía para eso, lo sabía, pero no había otro remedio.

Respiró hondo y se dio cuenta de que no estaba todo tan mal, de que iba a ser tía por primera vez, de que los amigos de siempre estaban aquí, de que València la recibía como la había dejado y que no le guardaba rencor por un año de ausencia. Reconocía que era exagerada su reacción, que, en el fondo, estaba bien volver. Lo que no entendía era el por qué de esa voz que escuchaba en su cabeza que acababa la frase "Está bien volver..." con un "...pero sólo por un tiempo".

Sólo quería apagar el sol por unos días, por unas horas y controlar la situación.

martes, 5 de julio de 2011

Quiso

Siempre quiso dibujar garabatos en su cuerpo, en zonas escondidas que sólo fueran accesibles a unos pocos privilegiados. Quiso hacerle sentir que todo podría pasar entre ellos, que la luna estaba de su parte.

Quiso saberse deseada, quiso poder regalarle la primavera, el primer rayo de sol, las gotas de una tormenta recogidas en un frasco. Quiso imaginar que Olvido sólo era un nombre; quiso pensar que todo era mentira, que todo volvería a la normalidad cuando el despertador sonara.

Quiso soñar con soles grandes y amarillos, con sábanas revueltas, con cafés fríos compartidos, con eternos retornos, con horas de recreo, con todo y más.

Hasta que un día se cansó de querer y quiso (y pudo).

sábado, 2 de julio de 2011

Adioses

Sin avisar, el tiempo pasó. Llegó, voló y se olvido de todos nosotros. Julio se ha presentado y nos exige despedidas, alguna lágrima y muchas ganas de gritar. Gente, que hace apenas nueve meses no era nadie, se ha convertido en amigos, llamadas recientes en el móvil, mensajes para quedar a última hora.

Alba se va. Yo me iré a regañadientes dentro de unos días dejando a Granada con el color blanco y el calor veraniego como si nunca hubiera estado aquí. Como si todo hubiera sido un sueño, como si el despertador sonara en medio de la noche y nos dijera que lo que hemos tenido al alcance de la mano, hace unos segundos, se ha esfumado.

El calendario siguió pasando mientras nosotras vivíamos ignorándolo. Al final, la realidad vuelve implacable y el último día de junio dio paso al primero de julio, a las cajas que se llenan con objetos que deberían seguir eternamente en las estanterías y sin creérnoslo del todo nos fuimos diciendo adiós los unos a los otros.

En fin, que toca decir adiós a esta vida paralela que me he creado en Granada y volver a Valencia intentando tener una sonrisa en la boca por los que allí me esperan. Sé que esto no es el final, es el principio de todo lo que me espera, pero eso no hace que duela menos. No es una entrada triste, es una entrada para dar las gracias, para recordar lo que ha sido este año y para saber que vuelvo, sea donde sea, aunque no me haya ido nunca del todo.

sábado, 25 de junio de 2011

Se acabó

-Se ha acabado -le dijo ella mirándole a los ojos.

-¿Por qué? -le preguntó él sin entender.

-Hace tiempo que no siento soledad ni tristeza...

Para cualquier otra persona habría sido motivo de alegría, pero él sabía que ella no era cualquiera.

-Eso es malo, ¿no?

Ella sólo pudo asentir, sonreír tristemente, esperar a que le diera el último beso y se marchara.

Paseó por la casa, como tantas otras veces. Sin embargo, esta vez era diferente, algo había cambiado. A Soledad y Autosatisfacción se habían unido nuevos compañeros de viaje a los que no sabía cómo recibir. Tristeza, Dolor, Vacío... habían llegado a su vida para quedarse y ni siquiera les había preparado una habitación. Habían llegado sin avisar....

jueves, 23 de junio de 2011

...

Algún día se lo dirá sin rodeos. Buscará su atención, le mirará a los ojos y le dirá esas dos palabras que hacen que todo cambie. Contendrá la respiración durante algunos segundos esperando una respuesta, intentándola adivinar en su cara.

Se sentirá desnuda y le gustará. Se verá valiente y querrá ser así para siempre. Se notará temblar y querrá que dos brazos la rodeen mientras una boca le dice al oído "yo también".

viernes, 17 de junio de 2011

Hay días y días

Hay días en los que nada ni nadie importa. Días en los que sólo te quieres a ti y no sabes por qué. Días en los que los demás sobran y nadie te quiere como quieres que te quieran. Días en los que miras al cielo esperando una respuesta...y sólo te devuelve una sonrisa, pero te vale. Te vale porque sabes que te tienes, porque sabes que mañana volverá a salir el sol.

Días en los que te das golpecitos en la espalda y te bastan, como si te los hubieran dado de verdad. Días en los que te comes el mundo en un momento y notas que son frágiles, pero te sirven para respirar. Días en los que nadie sabe lo que piensas, pero que te ayudan a re-auto-afirmarte.

Son esos días en los que siempre llamas a la misma persona a gritos silenciosos y, te das cuenta, eres tú a la que gritas. Te quieres, te echas de menos y te odias, todo en uno mismo. Pero vale, vale que alguien te espere, aunque seas tú misma; vale que te quieran, aunque no sea una novedad; te vale que tú misma te dediques una canción; y te vale esperar esa catharsis que, sólo hace unas horas, te parecía imposible.

Días en los que "todo vale" se convierte en una máxima que no estás dispuesta a olvidar.

sábado, 11 de junio de 2011

Decir que sí a lo que siempre decimos que no sin saber por qué. Sí a las noches largas, sí a los momentos inciertos, sí a la vida.

Sí a la incertidumbre, sí a los demás; sí a lo que somos, a lo que esperamos ser algún día. Sí a las noches a solas y sí a los despertares acompañados. Sí a las oportunidades que, aunque asustan, existen.

Sí a las duchas compartidas, a las vidas cruzadas, a la lluvia y también al sol. Sí a todo lo que nos afecte sin preguntarnos a dónde nos llevará. Saltar, gritar, deslumbrarnos con la luz que siempre nos hemos negado.

Sí a la alegría que llega sin pedir permiso, sí a Zaratustra y la voluntad de poder o el eterno retorno. Sí a la indignación y a las ganas de cambiar el mundo, nuestro mundo.

Decir sí, aunque sea sin querer, es como sonreír sin tener un motivo, nadie sabe a dónde nos puede llevar, lo que nos deparará... Por si acaso, todos los días practico un rato delante del espejo, para que, cuando llegue el momento, pueda acompañar al "sí" con un salto al vacío del que no me tenga que arrepentir.

martes, 7 de junio de 2011

Sentir

¿Cómo decir lo que no nos atrevemos a pensar? ¿Cómo sentir aquello que nos intentamos negar? ¿Cómo disimular lo que nos parece un secreto a voces?

No se trata de acallar lo que llevamos dentro, sino de encontrar el valor para contarlo, sentirlo o mostrarlo. Se trata de convertirnos en alguien que somos, pero no vemos. Re-descubrirnos y saber que eso nos hará mejores aunque duela, porque dolerá. Re-sentir lo que alguna vez sentimos o pre-sentir lo que vendrá.

No cerrar los ojos ante la vida, sino respirar hondo y saltar sabiendo que no hay red, pero pensando que si caemos, alguien nos rescatará. Confiar en nosotros, en la vida, y ser conscientes de que todos tenemos miedo. Enfrentarnos a él y vencer.

Sólo es eso; sólo así podremos mostrar quiénes somos y ser aquello que nos hemos propuesto ser. Sin callar o disimular, simplemente sintiendo.

domingo, 5 de junio de 2011

Pues eso

Lo sé, sólo soy una entre tantas... pero vivo conmigo y me tengo más en cuenta.

jueves, 2 de junio de 2011

Algún día, seguro.

Hola, me presento, soy la Otra M. La que no conoces porque ni ella misma es consciente de que existo. Ella cree que lo controla todo, que todo está atado y bien atado y olvida que soy su reverso.

Algunos días, me intuye y sabe que voy con ella pero me ignora. Otros, se limita a hacerme el vacío. El problema está en que ninguna de las dos sabemos quién es la auténtica, la que debe vivir para que la otra malviva.

Algún día comprenderá que el Lobo Estepario sólo es un libro; mientras tanto, yo le dejo que haga lo que cree que quiere... Ella, a veces, me ve cuando camina por la calle, es consciente de que la sigo, pero no sabe que realmente soy ella. Sólo me ve como una sombra, pero creo que la sombra de lo que es, es ella misma. Algún día os enseñará lo que es capaz de ser, hacer o sentir.

No pierdo la esperanza de que se deje ver, que deje de intentar pasar desapercibida y os enseñe lo que yo sé. Algún día, quién sabe, cuando se atreva a mirarme a los ojos y comprenda que la vida te da golpes que no puedes evitar recibir, cuando sepa que los demás están tan perdidos como ella, se mostrará como yo la veo cuando se acuesta por las noches en la cama y espera que llegue mañana sin hacer ruido.

Algún día...

martes, 31 de mayo de 2011

¿Por qué, por qué, por qué?

¿Por qué nos (me) hace sentir mal estar bien?

sábado, 21 de mayo de 2011

¡¡¡LO LLAMAN DEMOCRACIA...Y NO LO ES!!!

ESTO SÍ QUE ES UNA DEMOCRACIA:

http://twitter.com/#!/AcampadaGranada
http://acampadagranada.blogspot.com/

Rodolfo Serrano dice en su blog: "No sé en qué acabará todo. No importa. Estos jóvenes han enseñado a todo un país, a todo un mundo cómo ver a la gente invisible. Y eso es todo un triunfo". Y yo añado: jóvenes y no tan jóvenes estamos en el mismo barco, en el mismo grito que pide un cambio, para eso no hay edad.

Ha llegado el momento, ahora o nunca. Y creo que todos estamos en el ahora.
***

Si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir.

domingo, 8 de mayo de 2011

Sálvame de los bombarderos...

http://www.youtube.com/watch?v=r4VABunF8a8&feature=autoplay&list=AVGxdCwVVULXdbqxZB1OwmNpJemmH8g2Aw&index=16&playnext=1

La canción es "Dos tickets" de Quique González, pero ese verso describe mejor lo que está pasando este "domingo cerrado"...

"Sálvame, saltaré el primero, soy un mar de curvas y paisajes eléctricos".

Sí, hoy no tengo fuerzas para enfrentarme a mí misma porque sé que saldré perdiendo...

martes, 19 de abril de 2011

Lápiz

Hoy no toca quejarse, para variar. Toca montarse en una bici imaginaria y dar las gracias por estar aquí. Sí, es el momento de dar las gracias, decir "I think I like this city" y que creo que se avecina buen tiempo en mi vida.

No importa que Granada se levante nublada y que las visitas me abrumen; si esto no es felicidad, no sé cómo llamarlo. Me gusta saberme aquí, pensar que es un pueblo y querer empaparme de todo.

María se bebe las calles, claro que sí. Hoy sí, hoy toca sentirse feliz por lo que la vida nos pone en el camino y olvidarse de todo lo que no está, no pasó o no pasará. Mañana será otro día y menos mal.

Hay días en los que no nos conocemos ni a nosotros mismos y son como una sorpresa constante. No importa que las procesiones no nos dejen salir a la Gran Vía ni que los "capuchinos" invadan las calles. Hoy Granada me sonríe y a mí no se me ocurre otra cosa que devolverle la sonrisa.

Sí, a veces, somos tan simples como un lápiz.

p.d. Ésta es la canción que debería sonar en tu cabeza mientras lees esto (si es que lo lees...): http://www.youtube.com/watch?v=ECCieA8JnUw

jueves, 7 de abril de 2011

Contradicciones

No es lo mismo una ensoñación que un sueño, tampoco es igual soñar despierta que imaginar. Nada es lo que parece y todo el mundo lleva máscaras. Sin todos nadie sería nadie y nunca falta alguien que sobra. Hay risas falsas y lágrimas de cocodrilo; también existen silencios que hablan y palabras que no dicen nada. Hay momentos en los que la eternidad está más cerca de lo que pensamos y hay veces en las que el tiempo se adelanta a sí mismo y devora las horas. Algunos días el sol no debería salir y muchas noches la luna parece reírse de una. Cuando el teléfono suena por sorpresa, querríamos no cogerlo y cuando no suena, esperamos en vano a que alguien se acuerde de nosotros. Todo está lleno de contradicciones y de falsos reflejos que esconden lo que realmente pasa, somos o queremos decir. Algún día caerán máscaras y mitos, certezas y desesperanzas. De momento, nos toca buscar la realidad a través de lo que nos dejamos ver los unos a los otros y navegar en el mar de la inseguridad mientras esperamos que todo sea tan fácil como deseamos

domingo, 3 de abril de 2011

"Amaneció sin querer"

Me encantan esas canciones que hablan de que lo que por la noche parecía perfecto, por la mañana y con otra luz se convierte en un cuerpo en la cama que sobra. ¿Dónde está la diferencia si tan sólo han pasado unas horas? ¿Cómo pasamos de esos momentos de la noche donde se cruza la línea entre el sí y el no y todo podría ser y llegamos al instante en el que nos damos cuenta de que hubiera sido mejor dar la noche por acabada y acostarnos? Es algo que pasa sin querer, que viene con la mañana y el cambio de luz y aunque intentemos alargar lo que queda de algo que no existió es imposible. Ya no es ayer por la noche, sólo es hoy por la mañana; ya no somos dos personas que se gustan, somos dos extraños que han compartido un sueño raro y que ahora buscan el momento de salir de nuevo al mundo sin molestar demasiado al otro...

sábado, 19 de marzo de 2011

Ella

Saber que ella està a l'habitació del costat és com saber que demà eixirà el sol (encara que els del temps no atinen en la predicció) i que les portes tancades no són tan boniques quan saps que darrere no hi ha ningú.

Granada està sent tota una experiència i descobriment personal i, entre tots els descobriments, ella és el millor. Gent que a València passa desapercebuda, a Granada és imprescindible (coses de la vida).

Riures compartits al menjador, al Salao, a la porta de l'habitació, on siga... sempre són més quan ella comença a tremolar perquè hi ha massa felicitat continguda i no sap mostrar-la d'una altra manera.

Hui toca el valencià, toquen expresions com "s'ha tirat de la moto", "burrera", "fer fredat" o "enrosinar-se" (no sé com s'escriu, el "gandiero" encara em resulta complicat d'escriure...). Toca l'alegria de trobar gent nova i saber que tot, per una vegada, no s'acaba ací.

Toca dir que "no tinc manies" quan es té més manietes que ningú. Toca avisar de que al costat d'ella no es pot fumar (i toca dir que sempre li va a ella el fum); toca informar de que si una es renta les dents abans de la infusió, no passa res perquè només és aigua. És el moment d'informar-se de que no pot eixir sense la Canon; de que és "estéticamente sofisticada" sense proposar-se-ho, de que li agraden les galetes de mangrana i el té (més que a un tonto un llapis), de que la "perca" és molt socorreguda i de que una no torna a casa vertaderament fins a que no s'ha ficat les ulleres.

Ella no fa la mitjdiada, ella "tanca els ulls", que és ben diferent. Ella vol un espill gran i, com no el té, agafa una cadira i es mira al mini-espill del bany. Ella encara no té molt clar que fer en el futur i per això va planejant-lo poquet a poquet. Ella vol anar a Marroc, però sap que pot haver una revolució i pensa en canviar-lo per Conca; ella vol tot el que es mereix però de vegades té por. Ella no és ni capritxosa ni egoista i sempre té una frase que t'anima preparada.

No imagine aquest any sense ella a l'altra "peça del palau", però sí sé que estem "millor que volem", que som "molt apanyaes" i que ens agrada compartir les hores parlant o sense, l'odi al de Schopen i el gust per certs homes (filòsofs o no...).

Sempre té ganes de fer coses noves i res li fa gossera, encara que siga anar al cuir un dia de resaca; vol acabar la carrera però no ho té del tot clar (és una Peter Pan universitària, com tots); sap demanar els telèfons quan toca; sap fer-te sentir especial en una miraeta i sap com aprofitar els moment bonicos i allargar-los com un xiclet.

Jo sé, i li ho he dit, que de major vull ser com ella en les relacions. Sé que es mereix ser feliç i que ho serà, sé que serà el que a ella l'apetixca. Sé que té problemes, però que els solucionarà i sé que vull estar en la seua vida (si ella em deixa) per molt temps. Sé també que ens agrada jugar en el llenguatge, les frases fetes i les paraules.

Ella és Alba (i no faré la comparació tantes vegades utilitzada, encara que em serviria).

p.d. Bo-ni-ca!!!

jueves, 17 de marzo de 2011

Forma(s) verbal(es)

Cansada de intentar ser esa princesadelabocadefresa que nunca existió. Con ganas de gritar a ella misma y al mundo que era imperfecta y que no trataría de no serlo. Necesitando encontrar un rincón de luz, de vela, de llama de mechero, en el que encontrarse a salvo (incluso de ella misma). Buscando dejar de sentir esa sensación de ser un flan y tratando de ignorar los "imperfectos". Intentando esquivar el futuro aunque se le echara encima.

¿Por qué siempre gerundios y nunca un presente o, incluso, un futuro perfecto (con el "habrá" y todo)? Quizá ha llegado el momento de los "presente perfecto", aunque no existan, y de no hablar de los "futuro indefinido" o el subjuntivo.

viernes, 11 de marzo de 2011

Preguntas

Si quiero ir, ¿por qué no voy? Si no quiero ir, ¿por qué me sabe mal no haber ido?

domingo, 27 de febrero de 2011

Soles grandes y amarillos

Llegó esa hora de la noche en la que ya nada es lo que parece. Sólo Soledad (la que volvía a casa cada sábado con ella) parecía escuchar su llamada. Esa misma Soledad que pensaba que había escogido y que, realmente, se había colado en su vida sin pedir permiso.
A veces, estaba bien porque le permitía leer, ser ella, elegir lo que le apetecía en cada momento; pero luego venían esos momentos de mirar al techo mientras encendía una vela en los que pensaba que daría media vida por encender la vela para dos y, también, estaban los momentos en los que sabía que esa necesidad de encender velas en plural simplemente era un imperativo impuesto por una sociedad que exigía ser dos para ser feliz.
Luego, pensaba que era una infeliz y se sentía más infeliz que nunca por quedarse con esa parte de la vida que no importa; por querer alargarla como un chicle y esperar que se convirtiera en realidad. Quería transformar esa realidad que no se ajustaba a lo que ella quería. Quería ser como Oliveira y la Maga y ser especial por unos instantes, caminar para encontrarse aunque fuera para encontrarse con ella misma.
¿Por qué rehuía a la compañía? ¿Por qué siempre que estaba en un sitio quería estar en cualquier otro? ¿Por qué buscaba "porqués" a pesar de que sabía que no existían? Buscaba certezas y sólo era capaz de encontrar verdades a medias que no eran suficientes para vivir la vida como quería. Sólo se quedaba con los saxos tristes que alegraban su tristeza y rechazaba cualquier cosa que le pudiera afectar.
Querría haber sido Vicente para sentir el dolor de un desamor; de una soledad no premeditada pero encontrada. Quería ser, incluso, una amante despechada para vengarse de un marido infiel; quería ser capaz de sentir aquello y saber llorar por todo. Quería ser muchas cosas que no era. Quería ser capaz de mirar a unos ojos expectantes y no pensar en el daño que le podrían hacer. Quería poder apostar por alguien y perder, rendirse y redimirse a la vez. Quería estar triste por un buen motivo, llorar y levantarse con argumentos y, sin embargo, sólo se veía a ella delante de un ordenador escribiendo cosas de las que desconfiaba.
Era hora de parar, de volver a empezar incluso, pero no quería entrar en su habitación y saber que estaría vacía como siempre y como nunca. Estar aquí era una excusa para no volver del todo con ella misma, para decirle que todo se arreglaría y que no había de qué preocuparse. No sabía exactamente de lo que se tenía que preocupar aunque una nube negra amenazara constantemente tormenta. Cuando decía que no sabía lo que le pasaba no mentía (aunque no mirara a los ojos), no tenía claro cuál era el problema y la solución era una broma que alguien le estaba gastando. No era una pareja lo que necesitaba, tampoco un rollo de una noche ni sexo sin compromiso, el problema-desconocido estaba en ella y ella lo tendría que solucionar cuando estuviese preparada.
Lo que se preguntaba era cuándo sería capaz de enfrertarse a sus miedos, sus manías y locuras. Cuándo podría mirar a los ojos a lo que fuera y no sentir esa sensación de desnudez que le impedía ser aquella niña alegre a la que, según todos, le esperaba un futuro con soles grandes y amarillos.

martes, 22 de febrero de 2011

Miradas

Últimamente me ha dado por confesar secretos, cosas sin importancia y partes ocultas que pensaba que jamás mostraría. Hoy tocan las miradas.

Es un hecho, no sé sostener la mirada. Cuando alguien me habla nunca sé dónde mirar y a veces pierdo el hilo de la conversación porque me empiezo a preguntar si a la distancia en la que estoy, en vez de mirar a los ojos miro a la nariz, la otra persona lo notará.

Me incomodan muchísimo las miradas largas, ésas que te penetran bien adentro y descubren lo que estás ocultando con las palabras. No sé enfrentarme a las miradas de Ana, de cualquiera, de nadie, incluso en la calle. Voy mirándolo todo pero cuando noto una mirada sobre mí no puedo evitar agachar la cabeza, refugiarme en el abrigo gris y mirar al suelo.

Lo intento, a veces lucho contra mí misma en una conversación y me obligo a mirar a los ojos. Aunque algunas veces gano, lo cierto es que la mayor parte del tiempo me descubro mirando a cualquier otro lado.

Mucha gente dice que si no miras a los ojos es porque mientes, porque ocultas cosas... Prometo que no miento en las grandes conversaciones, eso lo sé, tal vez oculte insconscientemente, pero es que me siento desnuda. No creas, me encanta ver que la gente es capaz de aguantar la mirada, que es capaz de no rehuir a lo que mira, siente o quiere, pero yo no consigo olvidarme de esa mirada que me escruta, que espera cosas de mí, que desconozco, que conozco y sé que me conoce.

Si cuento algo importante, la mirada se me va al cielo como buscando la inspiración; si confieso algo busco la fuerza y la valentía en alguna parte lejos de la persona que me escucha; si cuento cómo me ha ido el día, miro hacia delante para contarlo de un tirón; si hablo con Ana y sé que lo que digo no tiene sentido, es demasiado serio o me cuesta contarlo, miro su pelo, mis anillos o lo que me encuentre con tal de no sentirme descubierta. Y así con todo.

La única manera que tengo para decir algo importante es escribiéndolo, sin la otra persona que reaccione a mis palabras delante (también me vale la luz apagada con una vela que ilumine la habitación y me deje en penumbra), pero ¿mirar a los ojos? Soy incapaz. Me avergüenza confesarlo y me avergüenza sentirme como me siento ante una mirada directa, pero no consigo salir de mí.

No sé cuál es mi problema con las miradas. Me gustan los ojos, mucho, es lo primero que miro de una persona, pero sólo durante unos segundos. Luego me he de conformar con mirar el resto de la persona porque no tengo valor para aguantar la mirada de esos ojos que me miran y me descubren, que saben más de mí de lo que estoy dispuesta a mostrar. Quizá sea eso.

domingo, 20 de febrero de 2011

Tarde de domingo rara

Hoy ha sido un gran día lleno de pilas recargadas, vacío de horas de estudio y en buena compañía conocida en el exilio.
Sara me ha acompañado estos días postexámenes y horas de sueño recuperadas. Saber que duerme en el sofá es saber que la vida sigue, que siempre encontramos a gente nueva en el camino que hacen que los cambios sean para mejor.
Tras un fin de semana de pelis, poco alcohol (sólo el necesario), muchas risas, comida sana y de encierro voluntario en casa, se avecina un nuevo cuatrimestre lleno de cosas nuevas, filósofos por descubrir y de tachar días en el temido calendario. Antes de que llegue el último día a tachar pienso ser feliz muchos de ellos, con Alba, con Sara y con cualquiera que se atreva a mostrarse, como poco a poco vamos haciendo nosotras.
Nunca se me ha dado bien hacer nuevos amigos, siempre he necesitado que alguien dé el primer paso, pero aquí todo parece ser mucho más fluido. Será porque no tenemos a nadie, porque la vida ha vuelto a empezar por unos meses, por el aire de la sierra... por lo que sea, pero me alegro de poder tener a Sara al otro lado de Granada dispuesta a pasar unos días conmigo, convertirse en ocupa (sí, con C de ocupación "consentida") en casa y no tener que hablar para sentirnos cómodas. Poder pasar tiempo en compañía sin dar explicaciones, simplemente siendo cada una construyendo un mundo compartido; ponernos al día sobre 22 años sin conocernos. Saber que toca el piano, que su ex le vuelve loca, que se siente un pato con las "telas", que se siente igual de idiota que yo estudiando lo que estudia y que algún día será libre. Y yo lo sé.
Así que supongo que en esta tarde de domingo rara, más bien noche de domingo solitaria en casa, sólo me queda agradecer las nuevas compañías que el dinero de la beca no podrán pagar.

p.d. No sé si ho llegiras, Sara, però gràcies per tot, cor!

lunes, 14 de febrero de 2011

Hablar sin hablar

Hoy no hablaré del amor que no siento, del deseo que intuyo o de las ganas de vivir que me entran con cada nuevo período de exámenes. Tampoco hablaré de lo mucho que me gusta mirar a la gente e imaginarme cómo serán sus vidas cuando estoy en la calle y no contaré que no sé caminar sin levantar la vista del suelo. No leeréis que me gusta el mar en invierno y que lo detesto en verano.
No diré que no me echo azúcar en el café ni el té y que echo siete cucharadas en el yogur natural; que sólo me gusta la naranja en zumo y que lo cuelo porque no me gusta notar la pulpa cuando me lo bebo.
Hoy no hablaré de que me encanta que me toquen el pelo y no confesaré que tengo cosquillas detrás de las rodillas. Tampoco diré que me gusta recogerme el pelo después de ducharme para soltármelo luego y sentir su olor.
Tal vez cuente que no soporto que alguien lea por encima de mi hombro algo que estoy leyendo; que odio que me llamen al móvil cuando estoy en el metro o el bus porque me da vergüenza.
Por otra parte, no diré que me gusta que me dediquen canciones y que siempre he querido que alguien me escriba una; no contaré que sueño más despierta que dormida y que nunca recuerdo mis sueños o que hablo a través de citas.
No hablaré de que no me gustan las casas con decoración blanca porque me hacen sentir incómoda, el olor de las colonias de señora mayor porque me marean y los besos al aire porque sólo son una imitación barata de los verdaderos besos; tampoco contaré que no soporto las cosas lights, desnatadas, sin cafeína, sin teína, sin lo que sea, porque me parecen un insulto a las cosas que sí los llevan.
Lo dicho, hoy no contaré nada.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Factura$

Hoy, al ir a pagar al banco la factura de la luz y el agua he tenido una revelación: han muerto un poco más mi niñez olvidada y mi adolescencia perdida al verme haciendo cosas de persona mayor,adulta y responsable.

Dios no ha muerto (por mucho que lo diga un alemán), lo que ha muerto es mi ingenuidad (yo pensaba que las facturas se pagaban solas, pensaba que las cartas que llegaban a casa de mis padres cada mes eran como saludos de los Señores de la Luz y que les decían "No se preocupen, lo de la cuenta ya está arreglado...") y sí, yo la he matado.


P.d. Lo que tampoco puedo entender es por qué después de pagar nos sentimos como flotando, liberados, con los deberes hechos y listos para salir a jugar al parque con los demás niños...

miércoles, 2 de febrero de 2011

"Shhh"ecretos

¿Por qué tenemos secretos? ¿Nos sirven para esconder lo que realmente somos? ¿En qué nos ayudan? ¿Cuántas cosas nos hacen perdernos? ¿Qué esperamos de ellos? ¿Por qué guardamos parte de nosotros, quizás las más importantes, como si fueran tesoros que nadie debería descubrir nunca? ¿Por qué al contárselos a alguien le pedimos que no los cuente como si ese alguien no supiera lo que es un secreto? ¿Por qué nos escondemos detrás de ellos?
Siempre he tenido secretos, quizá más que la media. La mayoría son cosas que me avergüenzan, otros explican demasiado lo que soy realmente y harían caer esa máscara que me he forjado a base de años; otros, simplemente, son cosas que me parece que nunca pasaron; algunos son pequeños recuerdos que jamás le contaré a nadie; pocos tienen algún valor más allá del que yo les doy; muchos podría decirlos sin pensar y luego arrpentirme para siempre; otros tantos me sirven para sobrellevar el día a día; algunos son ilusiones que me hacen levantarme cada mañana; tengo algunos que ni siquiera sé si existen y otros de los que nunca llegaré a ser consciente de que los tengo.
No son secretos mejores que los del resto, simplemente son los míos. Secretos y más secretos que, aunque sea a nosotros mismos, nos muestran nuestra verdadera cara, nuestros miedos y nuestras certezas.
Cuántas noches de no-dormir pensando en si contar algo o no hacerlo, cuántas declaraciones retenidas en la punta de la lengua... Es como si pensásemos que si los contamos, los demás no podrán entendernos, incluso querernos, que nuestro lado oscuro apagará la luz de los grandes momentos. Ésos que, al fin y al cabo, quedan siempre para nosotros.
p.d. "Tienes secretos que sé, nunca los vas a contar" Fito ha sonado cuando acababa de escribir estas líneas. A veces, Leibniz tiene razón y hay algo parecido a una "armonía preestablecida"...

jueves, 27 de enero de 2011

Tentaciones

¿Caer o no caer en la tentación? Ésa es la verdadera y única cuestión.
Dejarte arrastrar hacia el fondo de la tentación, sentirte tú misma verdadera tentación. Un sólo guiño basta, una palabra que sirva para confundir, despistar y proyectar la atención hacia ti. Sentirte viva por unos instantes mientras sientes que unos ojos te siguen por toda la habitación. Sentirte dueña de una situación sin dueños, tampoco esclavos, sólo cuerpos que se mueven. Aquí no cuentan las almas, sólo las tentaciones que se van generando con cada nuevo estímulo. Morder la manzana. ¿Por qué no? Más bien devorarla. ¿Para qué hacer las cosas a medias?
Música lenta, Slowly, círculos concéntricos que se cierran muy lentamente. Imaginación disparada sin ninguna intención de controlarla. Juegos de azar y encuentros intencionados mezclados en una cama. Excesos y faltas, no habrá piedad para nadie. Temblores por todo el cuerpo, remolinos que te hacen querer más y dejar de tocar el suelo por unos segundos.
Bocas que sirven para algo más que hablar, miradas que dicen más de lo que deberían y susurros que retumban como gritos. Frases inacabadas en una nuca, cuerpos que no saben a dónde irán las manos que los recorren. Sorpresas.
Caer en la tentación, sí, sin ninguna duda.

sábado, 22 de enero de 2011

Galería fotográfica

A veces, me gustaría ser una de esas galerías de fotos que hay en los blogs y cosas de éstas.
Siendo una galería de fotos podría borrar recuerdos que quiero olvidar con un solo clik; destacar momentos, poniendo las fotos bien grandes, y relegar a las últimas fotos ésas que hablan de ti o de gente que ya no está.

Podría pasarlas más o menos rápido y echar un vistazo a lo que ha sido mi vida durante los dos o tres últimos años. Entre foto y foto, como pasa cuando miras una de esas páginas, saldrían unos puntos suspensivos que van aumentando de tamaño de uno en uno y me dejaría pensar en lo que ha significado la foto anterior e incluso imaginar cómo será la siguiente. Sólo sería cuestión de borrar, subir imágenes pasadas y crear fotos nuevas. Sin complicaciones, rápido y fácil.

Pero resulta que no soy una galería de fotos, sólo soy yo. En vez de fotos, tengo recuerdos y muchas veces se me olvida que tengo que crear nuevos. A veces, una especie de inmovilidad se apodera de mí y otras veces, miedo. Ni fotos ni recuerdos ni imágenes que recordar...

Algunos días pienso que la carpeta en la que pone “Pasado” está muy llena, pesa y ocupa demasiado, lastra a la que pone “Fotos de mañana” que siempre está vacía. Otros, lo que hago es imaginar cómo serán esas fotos de un mañana que se presenta incierto y consigo borrar alguna de las desenfocadas de ayer; pero ésos son los menos. Los más son de recordar risas de algunas noches y resacas posteriores.

Por lo menos, entre tanta foto, me queda la certeza de que algunas sí que he ido haciendo y la esperanza de seguir haciendo otras cada vez con mejor calidad, enfoque, luz y retratos en macro.

jueves, 20 de enero de 2011

Iris=inSpIRacIón

Es una suerte tener amigas que te inspiren, aunque sea involuntariamente. Eso es Iris muchas veces, pura inspiración. Inspiración dionisíaca para alguien bastante apolínea, demasiado tal vez.
Su blog, sugerente e inspirador, ha provocado que después de tantos días sin pasar por aquí (no sé si será porque no tenía nada que decir o porque tenía tantas cosas que contar que no sabía por donde empezar) me decida a escribir cuatro líneas que no llegarán a ninguna parte. Cuatro líneas que no estaban proyectadas en el horizonte, pero que por pura coincidencia van a ser escritas. No sé si por mí, por mis dedos, mi cerebro o por algo parecido a un demonio que oigo a veces en la cabeza. Tampoco sé si ese demonio es bueno, tal vez sea como el de Juan de Mairena y sólo se dedique a hacerme tachar líneas para escribir lo contrario a lo que quiero decir o simplemente quiera llevarme la contraria por defecto.
En fin, que gracias Iris. Por inspirar sin querer y por hacer que vuelva aunque no me haya ido nunca del todo.
"Desautomatización" dice la dueña de alguna isla que no está en el mar, sino en la tierra. Desautomatización y yo añadiría Actuación. Digamos que me cansé del "digamos". Digamos que estoy más que cansada de no cansarme por nada. Digamos que me cansé hace tiempo de los escudos que yo misma me imponía y digamos que, un día, empecé a quitármelos. No fue algo consciente sino más bien pre-reflexivo. Algo que no pretendía y, sin más, sucedió. A veces, se necesitan ese tipo de cosas; ésas que, como las cosas del querer, no tienen fin ni principio, ni quién, cómo ni por qué.
En fin, que aunque nada tenga sentido y no lo vaya a tener (no sé porqué siempre queremos buscarle un sentido a todo...supongo que será porque la incertidumbre nos mata, nos revuelve por dentro y no nos deja respirar), voy a vivir "a mi manera". Se acabaron las tonterías, los escudos y los "el-mundo-no-me-entiende". Si no me entiende, no importa.

P.d. ¿Me oyes? No importa.