jueves, 27 de enero de 2011

Tentaciones

¿Caer o no caer en la tentación? Ésa es la verdadera y única cuestión.
Dejarte arrastrar hacia el fondo de la tentación, sentirte tú misma verdadera tentación. Un sólo guiño basta, una palabra que sirva para confundir, despistar y proyectar la atención hacia ti. Sentirte viva por unos instantes mientras sientes que unos ojos te siguen por toda la habitación. Sentirte dueña de una situación sin dueños, tampoco esclavos, sólo cuerpos que se mueven. Aquí no cuentan las almas, sólo las tentaciones que se van generando con cada nuevo estímulo. Morder la manzana. ¿Por qué no? Más bien devorarla. ¿Para qué hacer las cosas a medias?
Música lenta, Slowly, círculos concéntricos que se cierran muy lentamente. Imaginación disparada sin ninguna intención de controlarla. Juegos de azar y encuentros intencionados mezclados en una cama. Excesos y faltas, no habrá piedad para nadie. Temblores por todo el cuerpo, remolinos que te hacen querer más y dejar de tocar el suelo por unos segundos.
Bocas que sirven para algo más que hablar, miradas que dicen más de lo que deberían y susurros que retumban como gritos. Frases inacabadas en una nuca, cuerpos que no saben a dónde irán las manos que los recorren. Sorpresas.
Caer en la tentación, sí, sin ninguna duda.

2 comentarios:

  1. Lo primero que he sentido al leer las primeras palabras de tu exposición: "dejarse caer en la tentación?" vino a mi mente un enorme y rotundo SI, SI SIEMPRE. tras leerlas ratifico SI, si siempre . claro que sí, dejemonos caer enl a tentación retocemos en ella disfrutemosla como animales salvajes. Un pto

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  2. Digo lo mismo...lo primero que me vino a la cabeza tras leer la primera pregunta ha sido, sí, siempre. Claro que sí. La sensibilidad me flipa, y es algo que hay que amortizar, agotar, aprovechar. Siempre he estado rodeada de tentaciones: coger ese barco, besar esa boca, capturar ese cuerpo, secuestrarlo, hacerme su duela por una noche, recorrerlo con mi lengua...Contarle quién soy en realidad, desvelar mi secreto. Tentaciones, tentaciones y más tentaciones. Qué bonito toparse con ellas, qué transgresor...A veces, hablando de estas cosas, me toman por loca, y parece que, haya gente, que nunca ha tenido tentaciones. No lo creo, no puede ser. Hay quien no concibe la posibilidad de tener la tentación de morder la manzana, y con su acto, condenar a toda la humanidad. ¿Cómo puede ser? Menos mal, que hay tentaciones, y menos mal que hay libertad para ceder a ellas, caer y disfrutar. Menos mal que son pasajeras, y que cambian y varían, que se desenfocan y te dejan aturdida.
    Bonita entrada. Te veo y te escucho mientras te leo...Tengo ganas de tí, querida Maria.
    PD: Por fin me he desarmado, por fín puedo decir: "mundo, me la trae al pairo que no me entiendas" Gritemos juntas, Maria.
    Los planetas y las estrellas, el sol y la luna, ya están alineados.

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