jueves, 25 de septiembre de 2014

Hay veces

Siempre se dice que hay promesas que no valen nada, pero es que hay veces que las promesas sobran. Hay veces en las que se está segura (o medio) del suelo que se pisa. Se sabe resbaladizo, complicado, sin un último peldaño. En esas ocasiones es mejor no pensar, subirse al cable o al trapecio y olvidar el posible golpe.

Hay veces que llueve aunque haya sol; hay veces en las que el escenario parece antiguo pero lo que se vive dentro es muy nuevo. Hay, otras, en las que no necesitas nada para saber que una ducha rejuvenece. También hay otras en las que no hace falta nada más que una cama.

Hay veces en las que no hace falta decir que "siempre hay veces". A veces pasa.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Todo

Todo es nada, Todo es un momento entre paréntesis, igual Todo es un rato. Sólo eso y, quizá, menos mal. Está bien tener un rato en el que los diagramas, las encuestas y las cifras del paro no importen. La Funambulista está cansada de no saber, de hacerse la ignorante, de luchar contra cifras que no llevan más que a la desilusión constante. No quiere más diagramas que marquen su tristeza, ella sola se basta.

Todo es ya, Todo es ayer, supone que Todo será mañana. Fin. No obstante hay cosas que se empeñan en ser, en su día a día, y le alegran. La Funambulista, tensado ya el cable y con el ensayo general hecho, va iniciando el recorrido. Nunca ha dicho que sea feliz, aunque no pide más, tampoco menos. Va viendo, aguantando los aires que desestabilizan, soportando aquello que le devuelve al cable. Allí está bien, se siente segura.

Supone que no sabemos nada, pero tiene Payasos que le alegran, Motoristas que se inmolan, Dueñas que la quieren y Trapecistas que la entienden, con eso le vale. El Circo es lo que tiene, son una gran familia.

Aunque no sepamos Nada, sentimos Todo.


Adiós (a los derechos de l@s trabajador@s)

-Si todo vale, yo me despido. Dijo la Funambulista.
-No, mantendremos a los que podamos. Dijo La Dueña.
-Pues eso. Adiós.